No vale la pena.

No vale la pena...
... morir en las miserias ajenas del día a día.
...  morir en el regodeo de un rencor añejo.
...  morir en el desasosiego de los "hubiera" que no vivimos.
... languidecer en la angustia de lo que aún no sucede.
...  morir intentando complacer gustos ajenos.
...  fallecer por un vacío que nunca llenaremos.
...  dejar la vida en las banalidades del simple consumo al que somos impelidos.
...  morir en la negación del yo para encajar en un sistema viciado.
...  dejar el pellejo en el reconcomio de una soledad hallada a ultranzas.
...  morir en ti mismo, dejar de ser tú
Porque la vida es oportunidad, ritmo vibrante, puerta abierta a mil maravillas minúsculas que conforman la casi imperceptible felicidad cotidiana que nos circunda.

Discordia

Discordia

Entre tú y yo hay un abismo

de palabras por decir,

un mar de silencios huecos,

ciénaga de malentendidos…

…miríada de instantes idos

que hoy nos cala hasta los huesos

y no nos deja vivir

pues ya no somos los mismos.

Entre tú y yo, ¡la distancia!,

un vacío innecesario,

miradas tristes y esquivas

son cotidiano quehacer

y solo logramos tener

del rencor, la resonancia,

y desencuentros rutinarios

que nos arruinan la vida.

Y qué hago yo con esta distancia que no me deja sentir la tibieza de tus labios

Y qué hago yo con esta distancia que no me deja sentir la tibieza de tus labios.

¿Dónde me guardo estas ganas locas de amarte al despertar?

Este amor imposible crece a zarpazos

y consume mi esperanza de estar junto a ti.

Y dónde cuelgo este collar de caricias que he bordado

día a día en nubes de ensoñaciones.

Cómo se llena el vacío de quererte, y la certeza de no verte

aunque me muera por ti.

Dime qué hago,

dame pronto una receta,

un plan, una estratagema,

una forma de vivir.