Crónica Noctámbula I
Cae la noche. El silencio reinante invita a escuchar…
¡suspiro!... Me lleno de esta paz que
tanto extraño en las horas de sol. Y
estoy alerta. Disfruto. No hay nada que pueda hacerme huir de tanta
quietud. Te pienso. Recuerdo tantas noches en que, invasor
empedernido, poblaste mis silencios nocturnos, los escandalizaste con risas,
suspiros y palabras… con besos.
Silencio. Esta paz, en este
momento, no se compara con ningún placer mundano. Cómplices felices, el silencio y yo nos
abrazamos en esta noche fría. Y somos uno.
Amanece. Llega la oscuridad de un día soleado. Y lo pierdo.
Me pierdo.
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