Amor emético
Raquel entró al restaurant
sonriente y radiante. Era un
reencuentro, en San Valentín, con sus antiguas compañeras, a quienes no veía
desde su matrimonio, nueve meses atrás.
Una sola mirada bastó para saber que el hombre hundido en los brazos de
su amiga era Joaquín, su amante y fiel esposo.
El que hacía revolotear las mariposas en su abdomen. Ella lo presentó como su futura pareja ante
la mirada atónita de Raquel y la respiración contenida de Joaquín. Y de pronto, ante la mirada sorprendida de
sus amigas y el espanto del maitre, hizo una gran arcada y comenzó a expulsar
un vómito amarillo que no caía… ¡volaba!
Entre arcadas y oleadas de mariposas
amarillas que manaban sin control de su boca, escapó del lugar y corrió calle
abajo. La ciudad fue declarada en
emergencia: en solo minutos, millares de mariposas amarillas plagaban los
jardines, las casas y oficinas. ¡Era San
Valentín y a Raquel el amor le daba asco!
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