Amargo # 1
Y,
de repente,
en
esta inmensa soledad
de
sentirme acompañada
descubro
que no soy toda bondad como creía.
Y
me gusta, aunque me duela,
la
imperfecta humanidad
que
me permite odiar hasta el dolor
el
maltrato de tu presencia en mi vida.
Y
respiro el pecado
con
el agrado de quien se sabe condenada
a
una vida de miserias a tu lado,
muriendo lentamente en cada sonrisa tuya.
muriendo lentamente en cada sonrisa tuya.
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